¿Cómo aceptarnos a nosotros mismos? Con este artículo estaremos iniciando una serie sobre autoestima, para lograr un cambio total en nuestra forma de ver la vida.
¿Por qué nos cuesta aceptarnos a nosotros mismos?
Conforme vamos creciendo, adquirimos ideas de nuestro entorno. Muchas de esas ideas no nos van a servir para toda la vida. Ya sea, porque no se adaptan al mundo en el que vivimos actualmente o porque, simplemente las hemos entendido mal.
Entonces, nos hemos hecho una idea de aquello que deberíamos de ser. Las características que deberíamos de tener. Muchas de esas ideas que tenemos sobre nosotros mismos, no corresponden a nuestra personalidad, o a las experiencias que hemos tenido. De igual manera, ocurre con nuestro aspecto físico.
Pero, cuando somos niños, somos capaces de mirarnos al espejo y aceptar lo que vemos. No cuestionamos lo que somos. Simplemente lo aceptamos.
Nuestro diálogo interno
Al crecer, pasa que desarrollamos muchas actitudes, algunas de ellas no serán tan positivas. En ocasiones, las personas de nuestro entorno nos dirán que estamos mal. Es entonces, cuando desarrollamos hábitos de auto crítica que lejos de ayudarnos a crecer y a mejorar, solo nos mantienen estancados en un diálogo interno negativo. Así es como hemos decidido, que aquello que está mal, somos nosotros. En lugar, de pensar que lo que está mal es una actitud o un pensamiento que puede ser cambiado. Y esto, nos va llenando de inseguridades que nos hacen infelices, pero siguen ahí, quizás durante muchos años.
Empezar a cambiar
Muchas veces, el cambio nos asusta o no sabemos cómo hacerlo. Algunas personas piensan que no deben cambiar, que no pueden lograrlo o tienen problemas para aceptar sus errores. Por lo tanto, mejorar siempre será un trabajo individual, en donde los principales beneficiados seremos nosotros mismos. No es sano cambiar para agradar a los demás. Pero, siempre debemos de escuchar lo que se nos dice porque, en ocasiones, no nos damos cuenta de lo que estamos proyectando. Para ello, nuestros hábitos de auto crítica deben de ser los que nos impulsen a mejorar, debemos de tener un diálogo interno positivo. Tener presente que hemos cometido un error. Puede ser una actitud, una acción, un juicio o un pensamiento. Pero, todas estas cosas no son una verdad inamovible. Todas pueden ser cambiadas.
Así que, debemos de entender que las personas no somos una sola cosa. Somos un conjunto de actitudes, acciones, pensamientos y emociones. Que son lo que determina nuestra personalidad. Todos somos capaces de cambiar y todos lo hacemos. No somos la misma persona que éramos diez años atrás. Muchos de esos cambios se darán a través de la experiencia, dependiendo de las cosas que hemos vivido. Pero muchos otros, serán parte de aquello que hemos decidido cambiar sin necesidad de pasar por situaciones complicadas.
“Podrás aprender lecciones de tus errores, si no estás ocupado negando cada uno de ellos”
Entonces, ¿cómo aceptarnos a nosotros mismos?
Aceptarnos a nosotros mismos, no se trata de decir que no vamos a cambiar. Al contrario, para aceptarnos debemos estar dispuestos a cambiar y debemos de estar en paz con la idea de que cambiamos de forma constante.
De esta manera, tenemos un punto de partida. Por ejemplo, soy una persona impuntual, yo sé que soy impuntual y las demás personas me dicen que soy impuntual. El día de hoy estoy bien con ser impuntual, porque no significa que toda la vida vaya a ser impuntual. Ahora, soy capaz de darme cuenta que estoy teniendo una actitud que no me beneficia. Pero, también soy consciente de que puedo cambiarla. Por lo tanto, comenzaré nuevos hábitos de puntualidad hasta que llegue el momento en el que me convierta en una persona puntual. Durante el proceso, me voy a equivocar y algunas veces fallaré. Aun así, siempre me sentiré orgullosa por los avances que estoy obteniendo. Ya que, puedo ver que soy un poco más puntual de lo que era ayer. Lo cual me mantendrá motivada para seguir avanzando.
Conclusión
Te dejo un ejercicio que puedes realizar para analizar cómo es tu diálogo interno. Simplemente, anota en un papel 10 cosas que te hacen ser una persona genial. De igual forma, anota 5 aspectos que consideras tus mayores defectos. Para cada una de estas 15 cosas vas a responder a las siguientes preguntas:
- ¿Por qué pienso esto de mí?
- ¿Debería cambiarlo?
- ¿Por qué debería cambiarlo, o no?
- ¿Por qué esto me importa tanto?
- ¿Esto me beneficia o me perjudica?, ¿Tiene realmente un gran impacto en mi vida?
Ahora, imagina que todas esas respuestas te las está dando una persona a quien tú aprecias mucho. ¿Cómo te sentirías?, ¿Qué pensarías?, ¿Qué le dirías?
En el siguiente artículo hablaremos sobre ¿Cómo perdonarte a ti mismo?