Menos es más. Muchos hemos escuchado esta frase desde siempre, atribuida al arquitecto moderno Mies Van der Rohe. La cual hace referencia al minimalismo, que es la tendencia de reducir a lo esencial, despojando los elementos sobrantes.
El “menos, es más” en nuestra vida
El minimalismo es una tendencia que ha ganado popularidad en los últimos años. Al aplicar esta filosofía en nuestra vida, podemos sentirnos más libres, sin ataduras materiales, y comenzar a cambiar nuestra forma de percibir el mundo.
Vamos a quitarle importancia a cosas que antes la tenían, para dejar paso a aquello que verdaderamente llena nuestra vida de satisfacción.
El “menos, es más” en decoración
En decoración, es preferible tener espacios abiertos y con pocos objetos bien elegidos. Esto da una sensación de amplitud, paz, limpieza, sencillez, equilibrio y orden en cada habitación.
Además, al reducir nuestros objetos materiales, nuestra mente logra tener una mayor concentración. El exceso de objetos únicamente es la muestra de nuestro propio desorden mental. Creando múltiples distracciones que reducen nuestro rendimiento intelectual e incluso pueden afectar nuestra salud emocional.
Menos, es más en nuestra vida material
La vida se vuelve más simple al quitarle la atención a todas aquellas posesiones que en realidad no nos nutren ni nos aportan nada en nuestra vida diaria. Dejando únicamente aquellos objetos que al mirarlos nos dan una sensación de felicidad y bienestar.
Desafortunadamente, por diversas razones vamos descuidando la cantidad de objetos que poseemos y es muy fácil caer en la acumulación. Lo cual nos hará sentir cansados e incómodos en nuestros propios espacios. Muchas veces, en lugar de enfrentar esa situación, buscamos evadirla y cada vez elegimos pasar menos tiempo en casa. Lo cual, lejos de resolver nuestra carga material, solo la empeora. Con la llegada del “home office”, es común pasar más tiempo en nuestros hogares. Lo cual, puede llegar a causarnos ansiedad al no sentirnos tranquilos en ese espacio, que es únicamente nuestra responsabilidad y que hemos dejado de atender.
Menos, es más en nuestras relaciones
De igual forma, cuando reducimos nuestras relaciones sociales, podemos brindar una mayor atención y un tiempo de calidad a aquellas personas que son realmente importantes para nosotros. A veces, desperdiciamos nuestro tiempo con personas que no nos aportan absolutamente nada e incluso, en algunas ocasiones, solo nos dejan una sensación de malestar.
No significa que tengamos que vivir aislados del mundo. La cantidad de amigos que tengamos depende de cada uno de nosotros, al igual que nuestras pertenencias. Solo significa hacernos conscientes de en qué y en quiénes estamos poniendo nuestra atención.
Depurar nuestra vida
El reducir o depurar nuestra vida no tiene porque volverse algo extremo, como mencionaba en artículos anteriores, no existen reglas. El estilo de vida minimalista, nos invita a sacar de nuestras vidas todo aquello que no necesitamos realmente y que vamos dejando ahí, por diversas razones. Muchas personas llegamos al punto de sentir que ya no necesitamos nada más. E incluso llegamos a sentir que tenemos tantas cosas que nos estorban. Pero esto es un camino personal y los límites de cada individuo son distintos.
Conclusión
En resumen, el minimalismo es una filosofía que nos invita a simplificar nuestra vida. Al aplicarla, podemos reducir distracciones, aumentar nuestra concentración y disfrutar de espacios más abiertos y ordenados. Además, nos permite dedicar nuestro tiempo y energía en cosas y personas que nos hagan felices y nos llenen de recuerdos valiosos para el resto de nuestras vidas. Y en conclusión, la frase menos, es más, nos lleva a hacer conciencia de que necesitamos menos cantidad y más calidad en todas las áreas de nuestra vida.