Depurando mis esmaltes para las uñas. Definitivamente no me siento orgullosa por haber acumulamado tantos esmaltes. Hace tiempo, hacerme las uñas con distintos colores y diseños, era una de mis actividades favoritas.
Pero, ahora, ya casi no me pinto las uñas. Así que, no tiene sentido conservarlos. Además, la mayoría ya se encuentran en mal estado.
Por lo que, decidí revisar mis esmaltes y deshacerme de algunos de ellos de una vez. Al igual que, varias plantillas con stickers decorativos y brochas para hacer diseños.
Poco a poco voy revisando cada parte de mi casa y voy sacando las cosas que ya no utilizamos. Depurar no siempre es fácil, mucho menos divertido, por lo menos para mí.
Y aún no se ve un gran cambio en mi hogar, pero, cada pequeña cosa cuenta. Sé que, si hago esto de manera constante y sobre todo, evito comprar más cosas, sin razón. Llegará el día en el que todo pueda lucir como yo deseo.
Cambiar a un estilo de vida minimalista, después de haber sido acumuladora por varios años, no siempre es tan rápido como quisiéramos. Algunas cosas son más fáciles de depurar que otras. En el caso de los esmaltes ha sido algo que tenía pendiente. No ha sido difícil deshacerme de la mayoría. Prácticamente todos se encontraban en mal estado. Sólo sentí un poco de culpa por tener que tirarlos a la basura, aunque la mayoría tenía menos de la mitad de producto. Este tipo de cosas te hace ser más consciente de toda la basura que generamos y que tenemos en casa.
Pero, como mencione al inicio. Quedarme con ellos no soluciona nada. Y, por supuesto, yo he aprendido a no comprar cosas solo por comprar. Así que, estoy segura de que no volveré a tener una cantidad tan grande de esmaltes en mi vida.