¿Porqué me duele la cabeza? Fué la pregunta del millón durante muchos años en mi vida. Tengo diarios desde el 2013 en donde describía la manera en la que me sentía, pero en realidad, el problema comenzó mucho tiempo antes. Recuerdo que el día en que conocí a mi esposo, una de las primeras cosas que le pregunté fue que si tenía una aspirina.
Durante todos esos años visité a muchos doctores y tuve que escuchar cosas como: “No tienes nada”. “Entiende, el dolor es imaginario” o “pues si te duele la cabeza, toma una aspirina”.
Por supuesto, no todos los doctores fueron así, algunos intentaron explicar el ¿porqué me duele la cabeza? Pero la mayoría terminaba por decirme que tenía algún problema emocional y que quizás un psiquiatra podría ayudarme más.
Actualmente, creo que me han diagnosticado un trastorno, padecimiento o enfermedad por cada especialidad a la que he acudido. Pero nunca me dijeron y mucho menos, me ayudaron a aliviar el dolor.
Así que, tuve que aprender a vivir con eso. Al principio, no quería tomar pastillas y tener dolor de cabeza era parte de mi vida diaria.
Mi vida con dolor de cabeza
Con el tiempo, los dolores aumentaron y se convirtieron en crisis. En las cuales, a diferencia de la migraña, el dolor llegaba un día y se quedaba ahí por semanas, meses. A veces, los doctores decían que lo que tenía era depresión, pero yo no lograba entender, cómo podía superar problemas que realmente me afectaban. En cambio, pasarme 6 meses tirada en una cama solo porque me había mudado de casa.
Socialmente me afectaba porque en las reuniones, cuando no me sentía bien, solía aislarme. Tan solo el hecho de estar en una mesa y ser la única persona que no se reía o parecía disfrutar de la convivencia. Obviamente, las demás personas me etiquetaban como antipática. Y cuando dices una vez que te duele la cabeza, todo está bien. Pero, cuando se vuelve algo recurrente, las personas dejan de creerte.
Del resto de las personas he escuchado cosas como: “eres muy floja”. “Eres muy irresponsable”. “¿Cómo es posible que no puedas controlar lo que pasa adentro de tu cabeza?”. “Tienes problemas de actitud”.
El tema es que si alguien se rompe un brazo, existe una evidencia clara de que debe de estar sintiendo un dolor muy intenso. Pero, cuando te duele la cabeza no tienes forma de probar que el dolor es real, ni tampoco se puede medir su intensidad.
Los síntomas
Las crisis que me ocurren vienen acompañadas de síntomas como:
- Falta de concentración
- Pérdida de la comprensión lectora
- Incapacidad para tomar decisiones
- Dolor en distintos puntos de la cara
- Insomnio
- Visión borrosa
- Mareos
- Fatiga extrema
- Pérdida de memoria
- Inflamación e infecciones en los oídos
- Dificultad para masticar
- Incapacidad para sostener conversaciones de temas complejos
- Incapacidad para expresarme con claridad
- Etc.
Explicar a las demás personas, porqué me duele la cabeza. Precisamente en un momento en el que no puedo comprender nada con claridad, es sumamente complicado.
Durante 2021 volví a preguntar ¿porqué me duele la cabeza?
Después de varios años sin dolor intenso, en 2021, volví a tener una crisis. Como no quería volver a escuchar que me estaba imaginando el dolor, decidí buscar ayuda psicológica. En terapia me diagnosticaron trastorno por déficit de atención con hiperactividad y trastorno de ansiedad y depresión. También, aprendí algunas técnicas de relajación y control del estrés, pero el dolor no se iba, al contrario, cada vez aumentaba más. Así que, igual, me terminaron recomendando acudir a un psiquiatra.
Y no es que tenga algo en contra de la psiquiatría, simplemente desde mi punto de vista, un padecimiento psiquiátrico no se manifiesta por temporadas. Al contrario, va en aumento cuando no se trata adecuadamente. A mí, las crisis me duran meses, me incapacitan al grado de no poder realizar tareas básicas como cocinar, leer o escribir. Después, generalmente cuando me enfermo de otra cosa y tomó algún tratamiento, el dolor disminuye y yo puedo volver a mi vida normal. Aunque en realidad, el dolor nunca desaparece, solo se vuelve tolerable.
La respuesta a ¿porqué me duele la cabeza?
En esta ocasión, me dio una infección en el oído, tomé tratamiento. Pero, el dolor y la molestia en el oído, en lugar de disminuir, aumentaban cada vez más. Mi esposo me llevo a ver a un especialista para tratar el problema del oído. Le dije que tenía meses con dolores de cabeza muy fuertes. Recuerdo que sentía mucha frustración al explicarle al Doctor todos los síntomas, porque pensé que otra vez, no me iba a creer. Afortunadamente, me reviso y como el problema se encuentra cerca del oído, pudo darse cuenta de porqué me duele la cabeza.
Resulta, que yo tengo un problema en la mandibula, que no es algo grave, simplemente tengo la mandibula desviada, así que:
- En primer lugar, cada vez que yo hago un movimiento con la boca, incluso dormida. La mandíbula hace presión sobre los nervios que conectan al cerebro. Por lo tanto, se comienzan a inflamar hasta que el dolor se vuelve insoportable y los síntomas, aún más.
- Y segundo, el problema tiene tanto tiempo que mis nervios ya están muy dañados. Así que, actualmente el dolor es intenso, la mayor parte del tiempo. A veces, baja un poco con analgésicos, pero nunca desaparece por completo. Y supongo que seguirá ahí hasta que se resuelva el problema con la mandíbula.
Mis sentimientos sobre el ¿Porqué me duele la cabeza?
Vivir preguntándome constantemente porqué me duele la cabeza, no ha sido nada fácil.
Estoy enojada y sí, sé que es un sentimiento que no me lleva a nada. Pero no puedo dejar de sentir frustración. Me imagino cómo hubiera sido mi vida si, en lugar de decirme que todo era un tema emocional, a alguien se le hubiera ocurrido revisarme la mandíbula y resolver el problema hace años. Incluso, recuerdo haber pedido en más de una ocasión que me hicieran estudios para ver que ocurría en mi cabeza. Simplemente, tuve la mala suerte de toparme con doctores que no creyeron en lo que les decía. Siempre me solicitaban estudios de sangre y terminaban por decirme que no tenía absolutamente nada.
Al día de hoy, tengo la esperanza de poder cambiar toda esta situación y de poder por fin, llevar una vida normal. Creo que el diagnóstico es adecuado. En efecto, la zona que más me duele es el área de la boca y de los oídos.
Hace un par de meses tomé un tratamiento para desinflamar, para que el dolor se volviera más soportable. Y si, ahora puedo hacer muchas más cosas de las que podía hacer hace unos 6 meses atrás. Pero el dolor aún sigue ahí y hay días en los que aumenta. Por lo que, mi vida es como estar en un sube y baja, a veces estoy bien, a veces no. A veces hago muchas cosas, otras soy más lenta. A veces quisiera dormir todo el día, pero sé que no debo, porque entonces el dolor se hace más fuerte. Cuando es muy intenso ya no tengo forma de controlarlo.
Mi vida actualmente
Por el momento, lo único que me ayuda, aunque sé que no es lo mejor, es tomar distintos analgésicos. Así, mi cuerpo no se acostumbra a recibir siempre lo mismo. Realizar actividades sencillas que no representan demasiado esfuerzo mental, pero que mantengan mi mente ocupada. Ya no puedo pasar tantas horas enfrente de la computadora, como antes. Pero sigo tratando de ser positiva, pensar que esto se va a resolver en algún momento y sacar hasta la última gota de paciencia.
Como conclusión, puedo decir que lo positivo de todo esto ha sido que, por escuchar tantas veces que tengo problemas emocionales. Me he esforzado muchísimo en aprender cómo es que funcionan las emociones en el ser humano. Ahora soy capaz de entender mucho mejor cada cosa que siento.